lunes, 7 de mayo de 2018



Reconocimiento a Isaac Asimov:

No puedo seguir adelante con este blog de Hidrógeno sin hacer un reconocimiento al gran escritor Isaac Asimov, ya que hace muchos años que leí en una obra de divulgación científica suya sobre el Hidrógeno atómico  no he parado desde entonces de dar vueltas a este concepto tan escurridizo.
Siempre fue mi escritor favorito de ciencia ficción ademas de encontrar compañía amena en sus libros y aventuras fue una fuente inagotable de recursos e ideas paras muchos de mis proyectos técnicos y científicos.
Estoy seguro que muchos también comparten mis reconocimientos al gran Asimov, así que voy a citar textualmente el concepto vertido en su libro "NUEVA GUÍA DE LA CIENCIA"

Combustible de cohetes. Pagina 377

Con la llegada de los cohetes, los gases licuefactados consiguieron niveles aun mayores de popularidad. Los cohetes requerían una reacción química en extremo rápida, que contuviese grandes cantidades de energía.
La efectividad de una mezcla de combustible y oxidante se mide por el llamado "impulso específico" el cual representa el numero de kilos de empuje producidos por la combustión de 1 kg de de la mezcla de combustible-oxidante por segundo. Para una mezcla de queroseno y oxigeno, el impulso específico es igual a 121. Puesto que la carga máxima que un cohete puede trasportar depende del impulso específico se buscaron combinaciones mas eficaces . Desde este punto de vista , el mejor combustible es el hidrógeno líquido. Combinado con el oxigeno líquido puede dar un impulso específico igual a 175 aproximadamente. Si el ozono o flúor líquidos pudiesen usarse igual que el oxigeno, el impulso especifico podría elevarse hasta 185.


Otra Posibilidad la constituye el hidrógeno atómico como el que empleo Langmuir en su soplete. Se ha calculado que el motor de un cohete que funcionase mediante la recombinación de átomos de hidrógeno para formar moléculas, podría desarrollar un impulso especifico de más de 650.
El problema principal radica en como almacenar el hidrógeno atómico. Hasta ahora, lo mas viable parece ser un rápido y drástico enfriamiento de átomos libres inmediatamente después de formarse estos. Las investigaciones realizadas en el "National Bureau of Stardards" parecen demostrar que los átomos de hidrógeno libres quedan mejor preservados si se almacenan en un material solido a temperaturas extremadamente bajas- por ejemplo oxigeno congelado o argón- si se pudiese conseguir que apretando un botón - por así decirlo- los gases congelados empezasen a calentarse y a evaporarse, los átomos libres de hidrógeno, el resultado seria un combustible mejor que cualquiera de los que poseemos actualmente. Pero, desde luego, la temperatura tendría que ser muy baja muy inferior a la del hidrógeno líquido. Estos sólidos deberían ser mantenidos a temperaturas de -272ºC, es decir a solo un grado del cero absoluto.